Círculo Mercantil de Málaga

Breve reseña histórica

Fachada círculo mercántil

El Círculo Mercantil de Málaga decidió editar un libro sobre su historia, que fue referente  para muchos malagueños durante bastantes décadas, con el fin de contribuir al acervo histórico de la ciudad.

A tal fin contrató a D. José Jimenez Guerrero, Doctor en Historia, para que relatara la vida del Círculo, lo que hizo tras una ardua y meritoria investigación que dio como fruto un notable libro que vio la luz el día nueve de mayo de 2014, y en el que en un apartado final se incluyen los nombres de los integrantes de las Juntas Directivas del Círculo habidas entre 1862 y 2012.

El libro se ha editado en una tirada limitada a sus socios, a las bibliotecas públicas de la ciudad, a sus instituciones, a entidades representativas públicas y privadas, a los intervinientes en los actos que se programan, y a aquellas personas que tienen o han tenido un contacto desinteresado y relevante con el Círculo. La edición se ha autofinanciado, de acuerdo con los principios que fundamentan la actividad de nuestra sociedad de absoluta autosuficiencia  económica. 

Con base en el contenido del libro hacemos esta Breve Reseña Histórica del Círculo Mercantil de Málaga.

El Círculo nació el domingo 26 de octubre de 1862 en la calle Especerías nº 7, tuvo como primer Presidente a D. Juan Gómez García, y sus socios pertenecían todos a la “clase mercantil”, lo que le daba un matiz corporativo que le llevó en sus inicios a ser el foro malagueño en el que se debatían los asuntos relacionados con el comercio y la industria, y era un lugar donde sus socios realizaban muchas de sus transacciones comerciales.

La historia del Círculo la podemos dividir en tres etapas diferenciadas: una desde sus primeros años hasta 1936, otra desde esa fecha a fines del siglo XX, y otra la etapa en que vivimos.

     1. El Círculo de 1862 a 1936.

En la segunda mitad del siglo XIX la provincia de Málaga llegó a ser la segunda provincia española por contribución industrial, en 1861 llegó el ferrocarril a nuestra ciudad, y en 1862 se creó el Círculo Mercantil como entidad apolítica y exclusiva de personas de la “actividad mercantil”, lo que duró hasta el estatuto de 1902 que eliminó tal condición, aunque en sus objetivos se introdujo “contribuir a que las clases mercantiles e industriales alcancen el mayor grado posible de engrandecimiento, prosperidad y cultura”. Estos estatutos rompen  también con el “numerus clausus” de socios que se estableció en un principio en cien socios, y en 1882 en doscientos. Digno de subrayar es que el acceso de las mujeres a la cualidad de socio (“socio femenino”) se estableció en los estatutos de 1.934.

 

Por otra parte, en los setenta y cuatro años que constituyen esta etapa,  el Círculo desarrolló su actividad en tres sedes diferentes, la primera en la calle Especerías, nº 3 o 29, en la que estuvo siete años,  la segunda en la calle Atarazanas, nº9, donde residió veinte años y la última en 1.889 en la calle marqués de Larios en locales de dicho señor,  que fue ampliando hasta que los diversos contratos que implicaban se refundieron en uno sólo en 1907. Esta sede experimentó importantes obras de reforma, adecuación y embellecimiento por parte del Círculo en 1914 y en los años veinte del pasado siglo, haciendo caso omiso a la sentencia popular que aconseja “no gastar dinero en bien ajeno”. De cualquier forma esta sede fue emblemática para el Círculo como dan testimonio de ello las fotografías de la época que han llegado a nuestro poder.

 

Esta etapa se caracteriza por el impulso del Círculo a instituciones de relieve para Málaga, como la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, creada en 1886 a su iniciativa, traspasando a esta nueva institución parte de las actividades que el Círculo había venido desarrollando, al tiempo que los socios de la Cámara se nutrieron del Círculo que la impulsaba. En la misma Asamblea en la que se acordó la fundación de la Cámara de Comercio, 18 de Junio de 1886, se acordó la  creación de la   primera tienda-asilo del Círculo, en la calle Santa Sofía, en la que por precios simbólicos se repartían comidas benéficas, posteriormente se abrió una nueva tienda asilo en la Cruz del Molinillo, pero la experiencia y razones de eficiencia aconsejaron adecuar estos últimos locales para centrar  en ellos esta actividad , cuya finalidad era paliar la cruda “crisis finisecular” que abatió a Málaga en los últimos quince años del siglo XIX, y se encomendó la gestión del local a las Hermanas de la Caridad.

 

Otra obra de especial relieve fue la creación del  Ateneo Mercantil de Málaga o Ateneo del Círculo Mercantil, en 1.876, antecedente de las Escuelas Superiores de Comercio, instituciones oficiales que se empezarían a establecer en 1887. Dicho Ateneo tenía como finalidad fomentar la cultura y la formación de los empleados del comercio de Málaga, por lo que sus clases se daban en horario nocturno. Sus actividades se desarrollaban mediante Cátedras, conferencias y discusiones, estas dos últimas sobre temas mercantiles exclusivamente. Las cátedras eran siete: Aritmética Mercantil y Teneduría de libros, Geografía Mercantil, Economía Política y Estadística, Derecho Mercantil, Historia del Comercio,  Francés  e Inglés. Con la enseñanza de estas materias se pretendió dar a los empleados del comercio los conocimientos necesarios para un buen desempeño de su actividad laboral.

 

En el orden cultural, en 1866 el Círculo creó su Biblioteca,  una de las tres públicas de Málaga. De la importancia que tuvo habla el hecho que desde 1871 a 1988 uno de los miembros de su Junta Directiva era nombrado Bibliotecario, que en 1.896 se publicó un “catalogo abreviado” de sus libros, que meses más tarde hubo de publicarse una  addenda con la relación de las obras nuevas llegadas a la misma, y que en 1924  se editó un nuevo catálogo de los más de cuatro mil volúmenes que componían en esos momentos dicha biblioteca. Además, la sala de lectura tuvo que ser ampliada en 1927. En todo este tiempo las dotaciones para compra de libros eran significativas, y en cuanto a la prensa se recibía diariamente de diversas partes de España y de varios países europeos.

 

Además, el Círculo  en su actividad diaria patrocinó conferencias y ciclos de música y becó a  pintores malagueños sobre los que ejerció una exquisita labor de mecenazgo, y a los que facilitó sus salas para exposiciones, y formó una pinacoteca propia que llegó a ser la segunda de su tiempo a nivel provincial. En este apartado, debemos resaltar la exposición de pintura que se realizó en el Círculo a la muerte del pintor Eduardo Ocón en 1904, a beneficio de sus herederos, con ochenta y cuatro cuadros de los cuales dos fueron donados por el Círculo de su colección particular.

 

En cuanto a sus actividades más populares, el Círculo participó en los actos festivos de la ciudad, ferias y carnavales, en cuyos salones se celebraron los más distinguidos, y en los actos propios de la Semana Santa, con donativos y otras vías usuales de participación. Es digno de resaltar que en 1.918, el Círculo abrió un local en los antiguos Campos Elíseos de Málaga (en La Malagueta) denominado “Parque de Recreos del Círculo” con amplias pistas de tenis, skating y baile, servicios de restaurante y bar y “preciosos jardines” donde sus socios pasaban largas veladas al aire libre.

 

Y en el orden más humanitario, además de la creación de las tiendas-asilo de las que hemos hablado, colaboró eficazmente con fondos y otros apoyos a paliar los efectos de los terremotos de 1884 y de las riadas de 1907, contribuyó de forma notable a la construcción del Hospital Civil, e hizo donaciones muy importantes  para los asilos de San Bartolomé y San Juan de Dios.

 

La etapa que tratamos, pues, es de una gran simbiosis del Círculo con la ciudad, de impulso de obras e instituciones de importancia, de acciones de beneficencia notables y de creación de un patrimonio cultural, bibliográfico y pictórico de singular valor, que acabó devorado por la llamas del incendio registrado el 18 de julio de 1936 en la sede del Círculo que se ubicaba en la calle Larios.

 

2. El Círculo entre 1936 y 1995.

 

La segunda etapa del Círculo, como hemos dicho, empieza en la  fecha indicada y dura unos sesenta años aproximadamente (1936-1995).

 

En esta fase podemos distinguir dos partes, una hasta finales de la década de los sesenta  de readaptación a los “nuevos tiempos”, y en lo posible de reconstrucción del patrimonio social perdido, y otra de 1968 a 1995 en que junto a la realización de actividades notorias, los costes de los alquileres y del mantenimiento de la sociedad, unidos a los nuevos gustos sociales, llevan al Círculo a situaciones muy difíciles.

 

a. De 1936 a 1968

En efecto, en la primera parte de esta fase, el Círculo hubo de cambiar sus “estatutos republicanos” por unos “estatutos de nuevo Régimen”. Y adaptarse a ello en su funcionamiento, al tiempo que pasó a ubicarse en la misma calle Larios en local diferente al que había venido haciéndolo desde 1891 hasta 1936. El nuevo local, de amplias dimensiones era también del Marqués de Larios. La inauguración de la nueva sede se hizo el 8 de febrero de 1939, y las instalaciones de la nueva biblioteca se pusieron en marcha en 1944 con un total de 2.000 volúmenes y un servicio de hemeroteca.

 

En este contexto debemos resaltar que  la puesta en vigor de la nueva ley de Arrendamientos Urbanos de 1.955 dio lugar a un largo pleito entre los propietarios de los locales arrendados y el Círculo, que consumiría inútilmente muchas energías de esta sociedad durante años. El litigio comenzaría en setiembre de 1957, y el fallo del Tribunal Supremo contrario a los intereses del Círculo fue en julio de 1.963. Esta sentencia condenó a costas al Círculo y precipitó en cierta manera el fin de una etapa, ya que trajo consigo un hecho de singular trascendencia para el Círculo, pues para pagar sus deudas, principalmente consecuencia de la sentencia, el Círculo tuvo que vender a la entonces Caja de Ahorros de Ronda su pinacoteca y los fondos bibliográficos embargados por la dueña de los anteriores locales que, además, nuestra sociedad tuvo que abandonar.

 

Los fondos pictóricos del Círculo fueron distribuidos en varios lugares relevantes de la entidad financiera, hoy de su fundación, y 2.408 volúmenes de su biblioteca integraron la “Ginér de los Ríos” de dicha entidad. De esta forma el Círculo saldó sus deudas, evitó una dispersión de su patrimonio, y procuró un razonable cuidado de unos bienes de indudable interés público. Los fondos bibliográficos acumulados en esos momentos eran el resultado de una labor de compra de nuevos libros para rehacer una Biblioteca importante, ya que la primera Junta Directiva operativa tras la quema de la sede consideró primordial su Biblioteca y símbolo de identidad del Círculo, por lo que desde el inicio de sus actividades procuró detraer fondos y adecuar las nuevas instalaciones para tal fin, de forma que ya en 1944 el Círculo tenía 1.200 obras en 2.000 volúmenes.

 

Por otro lado y como hecho anecdótico, señalamos que a fines de la década de los cuarenta se produjo una escisión de jóvenes socios aficionados al futbol tras la subida a Primera División del Málaga Club de Futbol (temporada 1949/50), ya que fueron creciendo las protestas del resto de socios por la sonoras discusiones que se producían en sus salones sobre este deporte. Surgió así la “Peña Malaguista”, que subsiste en la actualidad.

 

Sin embargo, a pesar de estas contingencias, las actividades culturales del Círculo siguieron incrementándose en esta etapa, y como nota curiosa fue relevante al inicio de la década de los años cuarenta del siglo XX la promoción del ajedrez, que duraría varias décadas, y digna de resaltar la celebración del centenario del Círculo en 1.962,  que se realizó por espacio de tres días y en la que estuvieron presentes las autoridades malagueñas. Esta celebración tuvo su inicio en una ceremonia religiosa en la catedral, y contó con una comida de hermandad, y diversos actos culturales (musicales y literarios), y el reparto de ayuda social. Por otro lado, la vida diaria del Círculo continuó con la organización de conferencias, las veladas literarias, los conciertos e incluso la celebración de un Congreso Nacional de Esperanto celebrado en agosto de 1959.

 

Destacables en esta etapa fueron, por una parte los actos organizados en diciembre de 1.957 con motivo del centenario del nacimiento  del poeta malagueño Salvador Rueda, y sobre todo la creación de “La Cátedra de Extensión Cultural” en 1958, en colaboración con el Ministerio de Educación, cuyas actividades durarían hasta bien entrada la década de los sesenta, serían radiadas y abiertas a compromisos sociales de los miembros del Círculo. Bajo el impulso de esta cátedra tendrían lugar recitales poéticos y veladas literarias con participación de algunas figuras de gran relieve.

 

Dentro de la actividad de conciertos celebrados en el Círculo en esta etapa son de destacar los llamados “conciertos comentados” con indudable finalidad didáctica, dentro de una actividad más que notable en el ámbito musical.

 

Asimismo, es de resaltar la labor benéfica, vía donativos, que el Círculo desarrolló con asociaciones ciudadanas dedicadas a la beneficencia, en especial con el Asilo de los Ángeles en cuyas dependencias, además, organizó algunas comidas para sus residentes.

 

b. De 1968 a 1995.

El cambio a una nueva sede y sus circunstancias marcan el inicio de la última división de la segunda etapa del Círculo, que podemos fijarla a fines de 1968. Dicha sede era la sexta ubicación de la sociedad, los únicos locales sociales que fueron propiedad de la misma, y ocupaban las plantas segunda, tercera y cuarta del edificio  de la calle de Felix Saez, número nueve.

 

Esta etapa se caracteriza por un enfoque novedoso en la celebración de eventos y actividades tales como la emisión de programas radiofónicos desde sus locales por presentadores aún hoy en boga, y de recitales de música pop, la presentación de libros y revistas, y la reorganización del club de ajedrez del Círculo, que propició torneos internos y con otros clubs, al tiempo que se siguieron con las actividades tradicionales de celebración de conferencias y coloquios y se mantuvo una implicación notable del Círculo en las celebraciones populares.

 

Por otra parte, en la década de los setenta se favoreció la práctica de  deportes minoritarios tales como la esgrima y el tenis de mesa promoviendo torneos con sus federaciones y organismos representativos.

 

Como temas de cierto relieve resaltamos que en 1.971 en el seno del Círculo se constituyó la peña flamenca “Pepe Marchena”, y en 1.973 una tertulia taurina. Asimismo, el Círculo cobijó durante un quinquenio en esa década a la Agrupación Hispana de Escritores Noveles y anualmente estuvo convocando un “Certamen de Cuentos y Poesía Círculo Mercantil” con notable éxito de participantes. En este mismo contexto cultural el Círculo colaboró muy activamente con la Agrupación de Escritores de Málaga en la celebración de memorables “veladas literarias”.

 

Todo ello compatible con la celebración de eventos y actividades especiales para conmemorar el 110º y 115º aniversario de la Creación del Círculo en los años 1972 y 1.977.

 

Ambos eventos tuvieron en común que los actos conmemorativos se desarrollaban durante todo el último trimestre del año, y ponían en vigor el conjunto de las mejores actividades socio culturales del Círculo y, además, implicaba un esfuerzo de su vocación de entidad benéfica.

 

Sin embargo, en aquellos años los cambios sociales hacían que muchas sociedades similares al Círculo fueran desapareciendo por desafección de sus socios, que encontraban un mundo con mayores posibilidades de desarrollo personal, y otras maneras diferentes de disfrutar de su ocio, lo que no dejo de afectar a nuestra entidad. Tan es así que mediada la  década de los ochenta se llegó a pensar en la venta de la sede. Un suceso inesperado vino a agravar la situación descrita.

 

En efecto, el 21 de Febrero de 1.990 el Ayuntamiento de Málaga y el Círculo Mercantil firmaron un convenio de colaboración para la rehabilitación del edificio de su sede, bajo las directrices del PREPRI aprobado en 1.990, que incluía el derribo de una construcción realizada en la azotea de su sede en 1.975. Dicho convenio implicaba la realización de una obra de algo más de 24 Millones de pesetas, de los cuales el Ayuntamiento subvencionaría 12,6 Millones y el Círculo tendría que aportar 11.474.741 pts., lo que hizo vía préstamos bancarios.

 

La sede, tras su rehabilitación, fue reinaugurada el jueves 10 de setiembre de 1.992, con una exposición de collages de un conocido pintor malagueño, y contaba con un colectivo de 180 socios. Sus dirigentes pensaban quintuplicar su número y hacer frente con los nuevos ingresos al servicio de la nueva deuda contraída. Por otra parte, en ese año se celebraron varias conferencias y otras actividades en el Círculo y se creó un premio taurino para la feria de Málaga.

 

Y en 1993 se realizaron dos exposiciones y se acogieron en su sede varias actividades de otras instituciones, pero el hecho más trascendente sucedió a fin del año, en que tomó el relevo en la presidencia del Círculo el hasta entonces su secretario en unos momentos dramáticos. La nueva Junta Directiva se encontró inmediatamente con la realidad de que no podría hacer frente a los compromisos financieros que había adquirido, pues el incremento calculado de los socios era mínimo, y los pagos acuciantes.

 

En esa situación, a principios de 1994,  tras efectuar un cambio para hacer más operativos sus estatutos y programar un conjunto de actividades para el primer cuatrimestre del año, a partir de mayo los nuevos directivos iniciaron las gestiones para la fusión del Círculo con otras asociaciones con cierta relación o similitud, que resultaron fallidas. Por último, se procedió a la venta del edificio con cuyo efectivo se pagaron el préstamo hipotecario en vigor, y las deudas contraídas con los proveedores y  trabajadores del Círculo, lo que se aprobó en la Asamblea del día doce de Octubre de 1.994.

 

Otra Asamblea más se celebró el 28 de Setiembre de 1.995, para cerrar los flecos de dichas operaciones.

  

 

3. La etapa actual.

 

La etapa actual no puede entenderse sin el acuerdo que toma la Asamblea General Extraordinaria del Círculo el 12 de Octubre de 1994 que acuerda: “el cese temporal del Círculo Mercantil” y  deja encargado a su presidente de “reactivar el Círculo cuando lo estime oportuno”.

 

Dicho presidente venia formando parte de unas reuniones de profesionales y empresarios que se instituyeron en Málaga a iniciativa de un profesional financiero  que, tras una dilatada historia académica y laboral vivida en varias ciudades españolas, se asentó en la ciudad a mediados de 1990. Ambos de acuerdo decidieron, por una parte, institucionalizar una asociación informal con más de dos décadas de vida y, por otra parte, revitalizar una sociedad centenaria cuyos principios fundamentales seguían vigentes en un escenario distinto.

 

El siete de Marzo de 2012 se reúne una Asamblea General Constituyente del Círculo Mercantil  en su nueva etapa, que nombra una nueva Junta Directiva para realizar los trámites administrativos de reactivación del Círculo, y la adaptación a la normativa vigente de sus estatutos que fueron inicialmente aprobados el 24 de Julio de 2012. Estos estatutos conservan los valores esenciales del Círculo.

 

En efecto, los socios del Círculo han de ser “personas físicas”, “empresarios, directivos de una sociedad o profesionales ejercientes de una actividad relacionada con  cualquier sector económico”. Y la sociedad funcionará bajo el principio de la autosuficiencia financiera, de manera que “como principio general, cada acto de la sociedad será sufragado por sus socios.”

 

Se pretende con ambas cosas que se cree una sociedad con intereses comunes e independientes, lo que sólo es posible si se tiene independencia financiera. Son las bases de una sociedad civil libre que presiden el Círculo desde su constitución.

 

Los fines de la sociedad tienden a la mejora socioeconómica de su entorno por la vía del desarrollo y apoyo de actividades específicas con tal objetivo, pero también por la puesta en marcha, “intervención decidida”, de acciones que eliminen obstáculos para “la consecución y desarrollo de proyectos esenciales para la sociedad malagueña”. Y, por último, se estatuye la intención de constituirse “en un punto de encuentro para personas que por sí formen un núcleo de intereses representativos de la sociedad civil malagueña”, tal como había venido siendo el Círculo tradicionalmente.

 

Los medios para la consecución de tales fines se adecuan a lo habitual en los foros y círculos en los momentos actuales, y se complementan con Opiniones e informes para debate y reflexión que se publicitan por los medios de uso general y se “cuelgan “en nuestra Web en los epígrafes de “Eventos” y la “Voz del Circulo”. Por otro lado, y en la más pura tradición del Círculo, éste facilita el fomento de  las sinergias que pueden resultar de las actividades profesionales de sus socios.

 

Somos conscientes de que “ninguna acción u opinión es neutra”, ni queremos que las nuestras lo parezcan. Nuestros eventos vienen precedidos de unas líneas maestras que fijan nuestros Órganos de Gobierno, pedimos a nuestros invitados que hablen con total libertad e independencia de temas cuyo marco de referencia hemos fijado, por ejemplo: Ajuste del Sector Publico, Nacionalismos, Reindustrialización de Andalucía, El fenómeno islamista, y la Situación económica, entre otros asuntos. Y si entendemos que hay que ofrecer una Opinión del Círculo sobre estos u otros temas la damos libremente, de forma que puede coincidir o no con la opinión de nuestros ilustres invitados.

 

En cualquier caso, nuestras opiniones tienen la autoridad del colectivo de sus socios. Tienen el  valor de esta sociedad civil libre y concreta que quiere mejorar la sociedad en que vive y defender sus valores e intereses. Bajo esta filosofía se desarrollan nuestras actividades, opiniones y eventos en esta nueva etapa, que, como hemos dicho, figuran extractados  en los diversos epígrafes de nuestra Web, en donde también detallamos la estructura de Comités de trabajo que hemos establecido.

 

Y terminamos esta Breve reseña histórica transcribiendo unas líneas del Prólogo del Libro en esta su primera edición:

 

“Pensamos que adaptándonos a los tiempos actuales, mantenemos el espíritu que animó a los fundadores del Círculo, y a aquellos que le siguieron dando una fructífera vida. Nos toca hoy caminar en un contexto diferente, pero tenemos claros nuestros objetivos, fuerzas para el trayecto, y el gran ánimo que nos infunde el buen fin de nuestras acciones.”

 

 

 

 

Actualizado a Febrero de 2015